martes, 5 de octubre de 2010

Estábamos al borde del abismo, pero hemos dado un paso hacia adelante

Y lo dieron. Y la caída duró 40 años.

Esta joya de frase, de una premonición que ni Rappel hubiera visto en sus mejores sueños, se la atribuye a bastante gente, siendo uno de los "afortunados" un tal Francisco Franco Bahamonde, Caudillo de España por la gracia de Dios (y yo me pregunto: ¿alguien le preguntó a Dios si le hacía gracia?).

Realmente la frase tiene gracia (valga la redundancia); es de esas frases absurdas que significan lo contrario de lo que uno quiere decir, pero que así, a primeras, dan el pego. Ya sabemos lo que quería decir el ¿bueno? de Paquillo, que la situación era desesperada (lo que se dice "estar al borde del abismo") y que unos tíos con un "par" se ofrecieron a "arreglar el problema" (lo que se dice "dar un paso adelante"). De lo que no se dio cuenta Paquito, es que si estás en el borde de un abismo y das un paso hacia adelante, lo que vas a experimentar es una fuerza atrayéndote hacia el centro de gravedad de la tierra. Vamos, que te vas a arrear un leñazo contra el suelo que no vas a saber ni dónde te has metido.

Evidentemente, Cerillita (mote que tenía Franco en la familia, palabra), se creyó salvador de la patria contra las hordas judeomasónicas-comunistas impuestas por un gobierno de "Frente Popular" legitimado por las urnas en las elecciones del 16 de febrero de 1936. Quizás habría habido que explicarle al "amigo" en aquel entonces que, en España no quedaban muchos judíos (en los siglos anteriores se había hecho un trabajo eficiente en este aspecto), que los masones cubren todo el espectro político, incluso se decía de su hermano Ramón que era masón (y todo sea dicho, la fijación de Franquito con los masones se debe, según dicen, a que no lo aceptaron en la organización), y que en el 36, en España no había muchos comunistas (en las elecciones consiguieron 14 escaños de 473... un apabullante índice del 2,96%... vamos, que hoy en día hay más comunistas que entonces, y ya es decir).

Supongo que Franco hizo lo que hizo porque creía que hacía lo mejor para el país. Ojo, que nadie se crea que lo estoy justificando. Nada más alejado de mi intención. Y es que me pregunto, ¿el fin justifica los medios? Es decir, por mucho que te quieras tu país, patria, nación, llamadlo como queráis, ¿está justificada una guerra fratricida?, más allá cuando el pueblo que forma ese país, patria, nación, llamadlo como queráis, ha decidido cómo quieren que lo gobiernen. La respuesta es clara: NO.

Pero lo peor, es que luego sumió a España a 40 años de oscuridad y revanchismo. No hubo recuperación económica, se iba a remolque de Europa y los Estados Unidos (interesados en el anticomunismo del régimen), la recuperación de los 60 no era más que un espejismo que estalló en 1973 con la crisis del petróleo, una corrupción galopante y unos derechos y libertades "asegurados" por la "Espada más limpia de occidente", como lo calificó el Mariscal Petain. La guerra civil española mató a 500.000 personas directamente, y a otras 500.000 por el hambre, pobreza, represalias y enfermedades asociadas. Un millón de personas. ¿Dónde está la limpieza? ¿Se puede ser limpio firmando los "enterados" de las penas de muerte a la hora del te?, y sobretodo, ¿hacerlo sin remordimientos? ¿Vosotros podríais dormir por las noches?

Lo dicho, realmente estaban al borde del abismo y dieron un paso adelante. Por la vida de nuestros padres y abuelos, Franco podría haber dado ese paso adelante solo y dejar al resto de los españoles como estaban, que seguro que les habría ido mejor.

2 comentarios:

  1. Una guerra con cientos de miles de muertos, una generación rota, un intento de modernizar este país hecho añicos y unas cuantas cosas más (ninguna de ellas como para ganar un premio Nóbel de nada). El balance no está mal.

    Dicen que el mayor éxito del Diablo es convencernos de que no existe. Así, por analogía, el mayor éxito de un dictador es convencernos de que no es tan malo. Franco lo consiguió y aletargó a la sociedad española durante cuarenta años.

    No nos engañemos. Se murió de viejo y en la cama y una buena parte del país lo lamentó porque oposición, lo que se dice oposición, había poca. Poca gente que se la jugara de verdad y si muchos que no simpatizaban con el franquismo, pero que se la jugaron poquito. Fueron a unas cuantas "manis", igual les cayó un porrazo, y perdieron alguna tarde en una asamblea, no para hablar de política, sino para tratar de ligarse a alguna chica explicándole alguna teoría peregrina del estilo "el sexo como camino para la liberación de los pueblos".

    Treinta y cinco años después de que se muriera los seguimos aguantando porque no les agradecemos bastante su sacrificio personal y su renuncia al sexo (con otras) para conseguir el fin de la dictadura y la libertad de nuestro País. Y por si fuera poco, encima nos salen los de Intereconomía y sus amiguetes (Si la "oposición" no ligaba, éstos no llegaron ni a comprarse el Intervíu en el que salía Lola Flores) y se convierten en una versión moderna, pero igual de casposa de "Martínez el facha".

    Setenta años después del fin de la guerra no hemos conseguido librarnos ni de unos ni de otros.

    Un poco aburrido.

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    1. Franco ha sido el mejor Jefe de Estado que ha tenido España desde Felipe II. Sacó a España de la catástrofe que fue la segunda república y la elevó política, económica y moralmente. Y lo de "una generación rota" es una gilipollez y un tópico absurdo. ¡Viva Franco y arriba España!

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