domingo, 6 de junio de 2010

Hacerse el sueco

Para aquellos que puedan pensar que "hacerse el sueco" es decorar una casa basado en los diseños de una famosa multinacional sueca de muebles, lo siento pero van un pelín equivocados. Aunque démosle tiempo, que seguro que entra como definición...

Fuera bromas, supongo que todos sabréis que "hacerse el sueco" significa no querer enterarse de las cosas y actuar como si no fueran con ellas. Pero, ¿de dónde viene la frase? Porque no me imagino a los suecos como unos tíos pasotas... yo me los imagino altos, rubios, rojizos (después de pasar una semana en cualquier localidad de la costa) y con unas casa que serían el muestrario de la multinacional que os comentaba antes (aunque esto ya no sea exclusivo de los suecos, sólo hace falta ir a la casa de cualquier pareja joven del mundo...).

Indagando el origen de la frase, he encontrado cuatro posibles orígenes que os adelanto, y que cada uno se quede con el que más les guste.

El primero no tiene nada que ver con los suecos de Suecia (ya sabéis, esos altos y rubios) sino que serían los suecos de "Sueca" (ya sabéis, esos bajitos y morenos), localidad valenciana y que cuando iban a la capital (Valencia City) eran tratados de paletos. Es decir, sería una primera versión de los leperos...

El segundo posible origen es de tipo etimológico. Esta teoría sostiene que sueco viene del latín "soccus" que era un zapato bajo de madera... eso que hoy todos llamamos zueco (que es como diría un andaluz "sueco"). Del término "soccus" proviene la palabra "zoquete", y todos conocemos la frase "ser más tonto que un zoquete". Con lo que "hacerse el sueco" sería igual que "ser más tonto que un zoquete".

El tercero y el cuarto tienen origen en sucesos históricos de principios del siglo XIX. El tercero tiene como origen una entrevista entre el embajador de Suecia en Francia y Napoleón Bonaparte (ya sabéis, otro bajito y moreno... y con mala leche). Pues parece ser que Napo tenía la intención de convertir a Suecia en un aliado de Francia, pero los suecos (los altos y rubios, no los valencianos) no estaban mucho por la labor, y la estrategia del embajador fue hacer ver que no entendía a Napoleón, con lo que se hizo el "sueco". Y yo me pregunto... ¿no habían ya traductores? Como se nota que todavía no existía la multinacional de muebles... Hoy en día con un catálogo de esa multinacional podemos ir a Suecia como si fuera un diccionario.

El último posible origen tiene como fuente la "Historia Forgesporánea" del gran Antonio Fraguas "Forges". En ella se explica que en la toma de posesión del nuevo embajador de Suecia ante el rey Fernando VII (lo digo de memoria... si alguien lo sabe, que me lo confirme porfa) se organizó una corrida de toros en su honor, y al ver el toreo, el sueco (el rubio y alto... no sabemos si había algún valenciano) decidió que esto del toreo estaba chupado y salto al ruedo, sin hacer caso de las recomendaciones que le decían que no lo hiciera (seguramente acompañado de algún "este tío está loco), pero el sueco se hizo el sueco y ya podéis imaginar que acabó cual Manolete o Paquirri.
A vuestra elección os dejo el origen que os guste más, pero como servidor es Forgesiano hasta la muerte, me quedo con la última (Palabra de Forges).

N. del B. (o lo que es lo mismo, Nota del Bloggero) Me queda pendiente colgar la viñeta de la "Historia Forgesporánea" en la que se explica este origen. Tan pronto como la encuentre la colgaré.